Situación fitosanitaria de la mosca del olivo en Andalucía

Continúa el seguimiento y la valoración de la presencia de la mosca del olivo (Bactrocera oleae), puesto que en la actualidad, según la Red de Alerta e Información Fitosanitaria de Andalucía (RAIF), la receptividad de los frutos es generalizada a su picada en la mayoría de las provincias. En general, la RAIF apunta a que el olivar andaluz cuenta con un adelanto fenológico notable respecto a la pasada campaña, alrededor de los 10 o 15 días, dependiendo de áreas de cultivo y provincias, por lo que las aceitunas se encuentran receptivas al ataque de la mosca del olivo. De hecho, ya se han detectado daños en los frutos en todas ellas, a excepción de Málaga y Granada, con mayor incidencia en Huelva y Cádiz.

Hasta el momento, las poblaciones de adultos son moderadas en la mayoría de las provincias. Destacan las capturas obtenidas en los mosqueros mac-phail de Cádiz, con un valor medio provincial de 3,30 adultos/mosquero y día, seguido de los índices contabilizados en Jaén, con 1,70, y Sevilla, con 1,50.

Desde la RAIF se aconseja vigilar el cultivo, observando la evolución de este insecto, tanto cuantificando las poblaciones de adultos en trampas como la incidencia de éstos sobre las aceitunas, mediante la realización de muestreos de frutos.

Además, recuerda que la mosca detiene su actividad biológica con temperaturas inferiores a los 6ºC y mayores de 35ºC, siendo entre los 20 y los 25ºC la temperatura óptima para su desarrollo. Las temperaturas por debajo de los 36ºC son favorables para el buen desarrollo de las puestas de mosca y para su propia integridad, y una humedad relativa elevada (>80-85%) favorece la incidencia de la plaga.

Según los datos registrados de incidencia de la plaga, y atendiendo a la situación geográfica del cultivo, hay una mayor incidencia en las sierras que en las campiñas y en las regiones costeras que en las de interior.

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