La adaptación de las granjas de porcino a las nuevas exigencias sobre bienestar animal supondrá un sobrecoste por ganadero de más de 300.000 euros
Las organizaciones profesionales agrarias, ASAJA y COAG, han solicitado al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación una prórroga de tres años adicionales, (hasta 9 de enero de 2028), para la entrada en vigor del Real Decreto 159/2023 que establece nuevas exigencias de bienestar animal para las explotaciones de porcino españolas. Esta prórroga permitiría: Adaptación gradual y ordenada. Realizar una correcta adaptación a los nuevos requisitos sin una drástica caída de la producción. Se estima que la implementación del RD 159/2023 y los nuevos requisitos de densidad de espacio por animal supondrán una pérdida de entre 4 y 8 millones de cerdos cebados al año, dependiendo del método de cálculo de la superficie útil y la aceptación del redondeo por corral. La reducción de plazas oscila entre el 7,06% y el 16,34%. Alineación con Normativa Europea: Esperar a los debates y posibles cambios en la Directiva 120/2008 para asegurar la coherencia con la normativa de la UE. Plan Coordinado de Implementación: Establecer un plan coordinado entre el Ministerio, Comunidades Autónomas y productores para una transición ordenada y efectiva.
El 75 % de las granjas porcinas han implementado las mejores técnicas disponibles para reducir los niveles de emisiones en sus instalaciones
El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación ha publicado el segundo informe sobre la implementación de las Mejores Técnicas Disponibles (MTDs) en el sector porcino. Los datos analizados muestran que el valor promedio de los niveles de emisión de amoniaco asociado a las granjas ha sufrido una reducción en 2022 con respecto al año anterior. Este segundo informe apunta a una evolución favorable en el grado de notificación al Registro General de MTDs de explotaciones, que el pasado ejercicio alcanzó prácticamente al 75% de las granjas y al 90% del censo de explotaciones con obligación de declarar estas mejores técnicas. En relación con la reducción de emisiones de amoniaco, el estudio constata el uso del esparcidor en bandas como práctica mayoritaria para la aplicación de purines al campo. Esta técnica con baja emisión de amoniaco se consolida frente a la consideración tradicional del uso de aplicación de purines en “abanico”.