Ante el riesgo de que Rusia corte totalmente el suministro de gas, la Comisión Europea ha presentado un plan de emergencia para reducir el consumo energético en los 27 estados miembros, según recoge Olimerca. Bruselas quiere recortar un 15% el uso del gas y lo quiere hacer con unas medidas que deben aplicarse desde ya y hasta la próxima primavera, en principio, de forma voluntaria, pero podrán ser obligatorias si la crisis se agrava.
Entre las propuestas del Ejecutivo comunitario figura instar a los Gobiernos a que incentiven a través de ayudas de Estado que tanto la industria como las empresas de producción de electricidad cambien sus combustibles habituales por la energía solar, la biomasa de origen sostenible o el biometano procedente de deshechos, así como el uso de oxígeno en lugar de gas en algunas instalaciones industriales.