Conclusión del diálogo a tres bandas sobre la Directiva de Emisiones Industriales

Los negociadores, en particular los del Parlamento Europeo, han intentado enérgicamente modificar una propuesta de la Comisión que no se ajustaba a la realidad sobre el terreno. Los eurodiputados consiguieron excluir al ganado vacuno del ámbito de aplicación de la directiva (al menos por el momento). Sin embargo, los colegisladores desestimaron las consecuencias que esto acarreará para las explotaciones avícolas y porcinas, incluidas las mixtas, que ahora han entrado en el ámbito de aplicación de la Directiva. Las normas de agregación se dejarían a la decisión de los Estados miembros, lo que podría dar lugar a un mayor fraccionamiento en la UE. Esta norma debería haberse eliminado del texto, sobre todo teniendo en cuenta los retos asociados a su aplicación (especialmente relevante para las cooperativas agrarias).

Las consideraciones sobre las cláusulas de reciprocidad no llegaron a la orilla, dejándolo para una posible revisión en 2028. ¿Quién podrá explicar a las familias campesinas europeas que vamos a importar, a través de la actual agenda comercial europea, carne y huevos de empresas extranjeras que no respetarán ninguna de las normas de la IED?

En caso de incumplimiento, el texto aclara que la suspensión de actividades no significa afectar al bienestar de los animales. Sin embargo, es inaceptable pensar que se puedan suspender las actividades, ya que iría en detrimento de la continuidad de las operaciones de cría. Del mismo modo, resulta difícil de entender que los criadores infractores puedan recibir multas equivalentes al 3% de su volumen de negocios anual. ¡Esto será extremadamente gravoso para los pequeños y medianos ganaderos!

Todavía quedan por analizar muchos detalles técnicos en esta fase, y las próximas semanas serán especialmente importantes antes de que el texto se devuelva al Consejo y al Parlamento Europeo. Permaneceremos vigilantes.

Fuente: COPA-Cogeca

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