La crisis del sector agrario español queda patente con el constante cierre de explotaciones por la falta de rentabilidad y las cada vez mayores exigencias de la PAC. Un problema y un drama que es afín a la realidad de toda Europa. El número de explotaciones agrarias ha disminuido en la Unión Europea un 37 por ciento en 15 años, con lo que en 2020 quedaban 9,1 millones, lo que supone unas 5,3 millones menos que en 2005, según un informe de la Agencia europea de estadística Eurostat, que recoge Agroinformación, publicado la pasada semana.
Eurostat señala que son sobre todo las explotaciones mixtas, que combinan cultivos y ganado y que no especializadas, las que han tendido a desaparecer: su número se ha reducido en unos 2,6 millones en el periodo 2005-2020, mientras que hay 1,6 millones menos de fincas especializadas en ganadería y 0,9 millones menos de fincas especializadas en cultivos.
Casi las tres quintas partes (58 %) de todas las fincas en 2020 se clasificaron como fincas de cultivos especializados: poco más de un tercio (34 %) se especializó en cultivos extensivos, alrededor de una quinta parte (22 %) en cultivos permanentes (como frutales) y una pequeña proporción ( 2%) en horticultura.
Algo más de una quinta parte (22%) de las explotaciones de la UE eran explotaciones ganaderas especializadas, siendo la especialización en lechería el tipo más común (5% de todas las explotaciones), seguida de la cría y engorde de ganado vacuno, las aves de corral y las ovejas y cabras y otros animales de pastoreo (cada una 4%).
En 2020, poco menos de una quinta parte (19%) de todas las explotaciones agrícolas de la UE eran explotaciones mixtas.
En términos generales, se observaron proporciones elevadas de explotaciones especializadas en cultivos en muchos países de Europa del Este, así como en países mediterráneos.
Mientras que las explotaciones ganaderas especializadas fueron más frecuentes en varios países del noroeste de Europa, como Luxemburgo (82% de todas las explotaciones), Irlanda (79%) y los Países Bajos (58%).