Recolección y situación fitosanitaria actual del cultivo del almendro

La recolección del cultivo del almendro en Andalucía, adelantada con respecto a campañas anteriores, se encuentra finalizada a excepción de aquellas parcelas con variedades más tardías en el Bajo Guadalquivir, en la provincia de Sevilla, como la marinada, según explican desde la Red de Alerta e Información Fitosanitaria de Andalucía. Comenzó en las provincias de Córdoba y Jaén a últimos de septiembre, seguidas de Granada y Almería, en sus zonas más avanzadas, y Antequera, en la provincia de Málaga. A consecuencia de las altas temperaturas registradas este verano, la ausencia de lluvias y el recorte de la dotación de riego al cultivo, se aprecia una menor cantidad de fruto recolectado y, en general, de menor calidad que en campañas anteriores.

En la segunda quincena de octubre ya han empezado a realizarse las labores de poda en parcelas recolectadas y los tratamientos foliares con microelementos de zinc y boro para la recuperación del cultivo de cara a la próxima campaña.

En cuanto a plagas y enfermedades, destacamos la situación de aquellas más relevantes para el cultivo durante las últimas semanas:

Existe leve presencia de mosquito verde (Jacobiasca lybica y otros). Es conveniente estar atentos a su evolución en los meses de su máxima actividad que van de finales de mayo a otoño, especialmente en plantaciones jóvenes, donde un ataque intenso puede detener su crecimiento. Se recomienda instalar placas amarillas en las parcelas para su detección precoz y mantener la zona libre de malas hierbas, evitando con ello reservorios para esta plaga.

Como medidas culturales, una vez que finalice el periodo de recolección, es conveniente realizar un tratamiento foliar con microelementos, seguir con una fertirrigación adecuada, creando reservas en el cultivo para el año siguiente, prestar especial atención a las distintas enfermedades que puedan desarrollarse a consecuencia de las condiciones de humedad en esta época del año y realizar labores de poda para obtener una mayor iluminación y ventilación en el cultivo evitando así el desarrollo de posibles enfermedades.

-El tigre del almendro (Monosteira unicostata) experimentó en todas las provincias un descenso general de la media de brotes atacados con formas vivas inferiores al 10%, permaneciendo en estos momentos estable.

-La población de ácaros (Eotetranychus carpini, Tetranychus urticae, Panonychus ulmi) en brotes atacados con formas vivas durante el mes de septiembre, tuvo una curva ascendente generalizada en todas las provincias, llegando a valores de entre 6% y 10% en la provincia de Granada. Un uso racional del abono nitrogenado, para no exceder el crecimiento vegetativo del árbol, nos ayudará a mantener bajos los niveles de ácaros.

-Se observa presencia moderada de adultos de gusano cabezudo (Capnodis tenebrionis) sobre brotes en Granada y Almería, existen casos puntuales de fuertes ataques en la zona norte de ambas provincias. Como medidas preventivas para este agente, en zonas con riesgo de ataque, se cubre la zona radicular con plásticos para que las larvas no puedan llegar a las raíces y, si es posible, mantener altos niveles de humedad en la base del tronco para dificultar la llegada de las larvas a las raíces.

-Con respecto a enfermedades, el porcentaje de brotes con síntomas de mancha ocre (Polystigma ochracerum), descendió, desde mediados de septiembre, en las provincias de Almería y Granada, a excepción de la provincia de Jaén, donde aumentó su incidencia. A principios de octubre se observan, de manera generalizada en todas las provincias, síntomas de daños viejos. En la provincia de Córdoba, hubo un leve aumento de roya (Tranzschelia pruni-spinosae (Pers.) Dietel y T. discolor (Fuckel) Tranzschel y Litv) durante todo el mes de septiembre, debido al descenso de las temperaturas a final de verano, primeras lluvias y/o punto de rocío.

Como medidas culturales, una vez que finalice el periodo de recolección, es conveniente realizar un tratamiento foliar con microelementos, seguir con una fertirrigación adecuada, creando reservas en el cultivo para el año siguiente, prestar especial atención a las distintas enfermedades que puedan desarrollarse a consecuencia de las condiciones de humedad en esta época del año, y realizar labores de poda para obtener una mayor iluminación y ventilación en el cultivo evitando así el desarrollo de posibles enfermedades.

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