Situación semanal de los índices de muestreo de mosca del olivo

El estado fenológico de “l1” (envero amarilleo) sigue predominando en los olivares de las provincias más occidentales, según explican desde la Red de Alerta e Información Fitosanitaria de Andalucía (RAIF), con presencia de “l2” (envero manchas rojas) en más del 15% de las parcelas, especialmente en variedades como manzanilla, gordal, lechín, etc. Avanzando el estado “J1” (fruto maduro pulpa blanca) que se observa en el 4 y 6% de las parcelas muestreadas en la provincia de Sevilla y Córdoba, respectivamente. Las provincias más orientales continúan en estado “H” (endurecimiento del hueso).

Una semana más, continúa alto el riesgo de picada de la mosca del olivo, favorecida por las condiciones ambientales presentes. Sin embargo, va aumentando levemente de una semana a otra, por lo que es importante no bajar la guardia ante este agente.

Las elevadas temperaturas de las olas de calor registradas a lo largo del verano han reducido drásticamente la actividad de los adultos, descendiendo las capturas, y han reducido la fertilidad de las hembras y también la viabilidad de la puesta. Con el descenso de temperatura del mes de septiembre, las capturas en placa están al alza, pero el % de picada apenas ha variado, detectándose esta semana las primeras picadas nuevas. Las temperaturas actuales son favorables para la actividad de esta plaga. Se recomienda consultar con su técnico responsable.

En provincia de Jaén se aprecia tanto un aumento de las poblaciones de adultos como de su incidencia sobre los frutos 1.9% de picada total (1.7% la semana pasada). Durante esta semana se han realizado controles fitosanitarios aéreos en algunas áreas de cultivo de la Zona Biológica de Sierra Sur, que han superado los umbrales del tratamiento. Avanza el arrugamiento del fruto en los olivares de secano.

Se recuerda que es importante contar con un sistema de monitoreo para conocer en todo momento la actividad de los adultos y que antes de realizar cualquier tratamiento químico, deben de seguir las indicaciones de la etiqueta de los productos fitosanitarios a utilizar, así como respetar el plazo de seguridad que marcan los fabricantes de estos productos.

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