¿Cuáles son las principales plagas en el cultivo del olivar?
Más de 750 millones de olivos se cultivan en todo el mundo, el 95% de los cuales se encuentran en la región mediterránea. Varios insectos, patógenos y nematodos afectan los olivos, amenazando la producción de olivos. ¿Quieres conocer cuáles son las principales plagas?
Actividad de la mosca del olivo a primeros del mes de julio
El estado fenológico dominante en todas las provincias es «H» (Endurecimiento de hueso), lo que favorece la atracción de la mosca del olivo (Bactrocera oleae) y su incidencia sobre el fruto, según explican desde la Red de Alerta e Información Fitosanitaria de Andalucía (RAIF). Además, las condiciones ambientales que se vienen produciendo caracterizadas por suaves temperaturas, ausencia de lluvias y una humedad relativa media, favorece el aumento de la actividad de la mosca. En los diferentes muestreos realizados sobre los frutos, se aprecia la presencia de orificios de salida en algunas zonas de la provincia de Córdoba. Estos son indicadores de que en próximas fechas se producirá la salida de nuevos adultos, los cuales originarán la puesta y posterior eclosión de larvas de una nueva generación. Esto provocará un aumento poblacional de adultos, incrementando la incidencia de este agentes sobre los frutos.
Estrategias de manejo de la verticilosis en el olivar
La verticilosis, se trata de una enfermedad causada por el hongo Verticillium dahliae, ampliamente distribuido por la cuenca mediterránea y que afecta a un gran número de especies leñosas (olivo, pistacho, aguacate, prunus spp, y árboles forestales) y herbáceas (girasol, algodón, hortícolas (fresa, pepino, melón, sandía, patata, tomate, berenjena y pimiento), plantas ornamentales y diversas malas hierbas), según recuerdan desde la Red de Alerta e Información Fitosanitaria de Andalucía (RAIF) y la Consejería de Agricultura de la Junta de Andalucía. Este hongo puede sobrevivir en el suelo durante muchos años en forma de microesclerocios, incluso en ausencia de plantas huéspedes; la diseminación de un lugar a otro está asociada al movimiento de materiales contaminados (planta, suelo, agua, herramientas). La penetración del hongo en la planta se hace principalmente a través de las raíces.
Prácticas de manejo integrado de algodoncillo en el cultivo del olivo
Con la presencia de inflorescencias en el cultivo del olivo en la mayoría de las provincias andaluzas, comienza, según explican desde la Red de Alerta e Información Fitosanitaria de Andalucía (RAIF), el seguimiento de la incidencia de algodoncillo (Euphyllura olivina). Durante las observaciones realizadas estos últimos días, hay que destacar un incremento de las poblaciones con respecto a anteriores campañas en numerosas comarcas olivareras. Los daños directos causados por la succión de savia suelen ser mínimos. Sin embargo, el problema principal surge cuando ataca a las inflorescencias y, posteriormente, a los frutos cuajados, ya que afecta a la fertilidad, produciéndose una significativa caída de botones florales y descenso del número de frutos cuajados. En general, los síntomas son más alarmantes que preocupantes, por lo que raramente es necesario intervenir. El daño indirecto es debido a la melaza que producen y a la negrilla que sobre ella se asienta, reduciendo la capacidad fotosintética y manchado de frutos.
Riesgo de repilo en olivar
Las lluvias registradas en las últimas semanas, en general, no condicionan la viabilidad de las conidias de repilo (Fusicladium oleagineum) en el cultivo. Solamente es problemática su actividad en aquellas áreas olivareras como arroyos, vaguadas e incluso en zonas de umbría, donde es fácil encontrar la condensación de agua en la superficie foliar, según explican desde la Red de Alerta e Información Fitosanitaria de Andalucía (RAIF). Por otra parte, las lluvias de estos días y la previsión del paso de varios frente nubosos, lo que va a incrementar el desarrollo y difusión de las conidias que se encuentren presentes en el cultivo. Por ello, hay que tomar las medidas preventivas de control de este agente.