Tratamientos herbicidas en olivar

Aunque las lluvias de las últimas semanas apenas han sido reseñables, desde la Red de Alerta e Información Fitosanitaria de Andalucía (RAIF) nos recuerdan que las suaves temperaturas que se están registrando están favoreciendo la proliferación de malas hierbas en nuestras parcelas, por lo que debemos de tomar medidas para su control vegetativo y evitar que entren en competencia directa con nuestro olivar por la humedad del suelo. Para ello, debemos ir planificando nuestro plan de control de malas hierbas en el cultivo. En consecuencia, debemos de valorar, en una primera instancia, el tipo de mala hierba (hoja ancha o estrecha, compuestas, crucíferas, etc.) que suelen hacer acto de presencia en nuestra parcela, para utilizar el herbicida más apropiado.

Una vez elegido el herbicida, debemos de tener una alternativa de aplicación, ya que en algunas ocasiones las lluvias pueden ser imprevistas, impidiéndonos la entrada a la parcela, con lo cual debemos de esperar a que se oree el terreno, dando tiempo a que la hierba se desarrolle en exceso, por tanto, la planificación realizada en un principio ya no sea operativa y tenemos que recurrir a la siega mecánica de la misma.

Dependiendo del grado de presencia de las malas hierbas, es interesante la realización de un tratamiento, con herbicida de post-emergencia que pudiera combinarse con un herbicida de pre-emergencia, ya dependiendo de la presencia en el terreno de determinadas especies de malas hierbas.

Una cuestión añadida al uso continuado de las mismas materias activas de herbicidas para el control de malas hierbas, es la aparición de resistencias en determinadas especies. Mientras que el uso continuado de materias activas contra determinadas especies como puede ser el caso de emplear herbicidas para el control de malas hierbas anuales, puede provocar que aquellas especies de perennes comiencen a aumentar en nuestra parcela, originando lo que se conoce como una inversión de flora.

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