Aumento de las poblaciones de gusano cabezudo en almendro y frutales de hueso

El cambio climático está afectando gravemente a los sistemas agrícolas. El incremento de las sequías no solo afecta al proceso productivo, sino a la aparición y proliferación de plagas y enfermedades, según nos explican desde la Red de Alerta e Información Fitosanitaria de Andalucía (RAIF). La expansión de gusano cabezudo o Capnodis tenebrionis, en los últimos años no debe ser subestimada y está causando estragos en muchas plantaciones de almendro y frutales de hueso.

Entre las causas más probables de proliferación, destacan:

  • El incremento de las temperaturas es uno de los motivos de su expansión
  • El uso abusivo de herbicidas y plaguicidas ha reducido las especies depredadoras del gusano cabezudo
  • Falta de conocimiento del momento más adecuado para su tratamiento es un factor importante de su desarrollo
  • Ciertas técnicas de cultivo y utilización de material vegetal más susceptibles al ataque
  • Sistemas de riego por goteo, la optimización del reparto del agua crea zonas secas cerca del árbol que permiten la reproducción

El gusano cabezudo en términos generales está considerado como una plaga secundaria, si bien puede tener una notable incidencia pasando a ser tratada como una plaga principal. Los ataques de esta plaga son más acusados en plantaciones viejas, aunque también se pueden iniciar en las jóvenes, especialmente en secano, así como en riego deficitario y parcelas abandonadas.

 

Descripción

Los adultos son relativamente grandes y tienen la capacidad de volar, oscilan entre 16-30 mm, siendo mayores las hembras que los machos. De cuerpo aplanado, tegumento muy duro, de color negro mate y superficie rugosa.

Los huevos son ovalados y de color blanquecino, son difíciles de ver ya que al realizar la puesta en el suelo se impregnan de tierra. Miden alrededor de 1 mm.

Las larvas son de color blancas amarillento, ápodas y de consistencia blanda. Miden unos 2 mm al nacer, llegando hasta los 60-70 mm en su máximo desarrollo. Este estado se desarrolla en el suelo, entre las raíces de los árboles afectados.

 

Ciclo biológico

Su ciclo biológico está comprendido por dos fases, una de adultos desarrollando su actividad atacando la parte aérea del cultivo y la otra, en el interior del suelo donde las larvas desarrollan su incidencia afectando a las raíces. El ciclo completo dura 2 años, conviviendo larvas y adultos. Durante el invierno se pueden encontrar adultos refugiados en el suelo y larvas de diferentes edades en las raíces

Cuando empiezan a subir las temperaturas, sobre marzo, los adultos abandonan estos refugios dirigiéndose a las zonas soleadas de los árboles donde se alimentan de hojas, brotes tiernos, yemas, etc. Posteriormente se aparean y las hembras se dirigen al suelo a realizar la puesta, siempre con ausencia de humedad en el mismo, aproximadamente en mayo, cuando las temperaturas supera los 25ºC. Cada hembra deposita en torno a unos 300 huevos.

Las larvas recién nacidas penetran en el suelo y se dirigen a las raíces excavando galerías en su interior, de donde se alimentan hasta completar su desarrollo que puede durar entre 6 y 18 meses. En ese momento se dirigen a la zona del cuello del árbol, donde pasarán al estado de ninfa. De esta saldrán los nuevos adultos desde mediados de julio y a lo largo de agosto, los cuales pasarán el invierno refugiados y sobrevivirán hasta el siguiente verano.

 

Daños

Los síntomas más claros en árboles atacados suelen verse durante el verano, apreciándose un progresivo debilitamiento y siendo éstos a la vez receptivos a otras plagas como barrenillos. Por sus hábitos de vida, las plantaciones en secano y los suelos de textura arenosa son los más susceptibles de padecer esta plaga.

El daño más grave sin embargo lo realizan las larvas, ya que destruyen las raíces, ocasionando un debilitamiento general del árbol, disminución de la producción, defoliaciones y llegando a provocar la muerte del árbol.

La incidencia de esta plaga está asociada a condiciones de secano, riego localizado o periodos de sequía.

 

Seguimiento de poblaciones

  • Muestreo del árbol: Se realizará de marzo a abril y de julio a septiembre, exceptuando los periodos en los que haya fruta pendiente. Consiste en dar un golpe seco con un mazo de goma a las ramas principales de cada árbol, contando el número de adultos que caen por árbol. En los meses de calor se recomienda realizar este muestreo a primera hora de la mañana, ya que con el calor los adultos se vuelven más activos y salen volando, dificultando su captura
  • Orificios de salida: En suelos compactados se pueden estimar las poblaciones de la parcela contabilizando los orificios de salidas que originan los adultos al emerger del suelo

Estrategia de lucha

Es muy importante la detección precoz del problema, divisando lo antes posible la presencia de adultos y sin esperar a apreciar los primeros árboles deprimidos, para aplicar los diferentes métodos de control de este insecto.

Métodos culturales: se puede optar por medidas que palien o reduzcan su actividad, y dado que uno de los factores que favorecen el desarrollo de esta plaga son los secanos, es recomendable en lo posible, mejorar las características del riego y aumentar su frecuencia de éstos en casos de ataques puntuales e incremento de abonados con especial atención a efectos secundarios por mayor sensibilidad a otros problemas sanitarios

  • En época de puesta (de abril a julio y de agosto a octubre) es muy recomendable mantener la tierra laboreada porque dificulta la puesta
  • Implantar lindes de setos y árboles para atraer a aves insectívoras
  • Recogida de adultos en árbol de agosto a septiembre por su mayor presencia es un método muy efectivo con el inconveniente de ser una operación muy costosa
  • Colocación de láminas de plástico alrededor del tronco de los árboles con un radio de al menos 60 cm sujeta con tierra o piedras que dificulten las puestas de los adultos cerca de las raíces, aunque no impide que las larvas de la raíz ya existentes completen su ciclo. En regadío (a manta) deberá retirarse a finales de agosto-septiembre para evitar la aparición de hongos en las raíces
  • Igualmente existe una gran influencia entre parcelas cercanas, actuando a menudo aquellas más abandonadas como foco de contaminación. Proceder a la eliminación en proximidades de especies rosáceas silvestres en las que el insecto puede utilizar como refugio siempre que se cumpla la ley de montes o similares en la comunidad autónoma de que se trate
  • La eliminación mediante quema de los restos vegetales de árboles destruidos por la plaga, especialmente del sistema radicular y tronco hasta 30 cm. Evitar que los árboles secos permanezcan en el campo para que no actúen como refugio a finales de agosto-septiembre

Métodos biológicos: Existen formulaciones a base de nematodos entomopatógenos y quitosano para el control de larvas, la especie que mayor actividad presenta para el control de este agente es Steinemema carpocapsae. Se aplica mediante dos riegos alrededor del tronco, el primero en primavera (abril a junio) y el segundo a final de verano (mitad de agosto a mitad de octubre). También puede ser efectiva la aplicación de Bacillus Thuringiensis en las épocas de máxima necesidad de alimentación para reducir la intensidad de plaga (mayo-junio y agosto-septiembre)

Métodos químicos: Por un lado, el control químico dirigido a reducir las poblaciones de adultos, se efectúan a base de pulverizaciones dirigidas a las partes aéreas de los árboles en los momentos clave a fin de evitar que realicen la puesta, por lo que tendremos dos periodos de tratamientos: el de los adultos nuevos del año (marzo-abril) y el periodo de puesta de los adultos que salen de los refugios invernales (junio-julio). Con la precaución de llegado el momento realizar la aplicación fitosanitaria, respetar el plazo de seguridad que marca la etiqueta del producto a emplear y la fecha de recolección del cultivo. En caso de que sea detectado, es importante realizar el control de adultos mediante aplicaciones con acetamiprid 20% (única materia activa autorizada) al inicio de la primavera momento de salida del reposo y a finales del verano cuando emergen nuevos adultos y antes de que se retiren a los refugios invernantes.

Algunos ensayos demuestran que también es efectiva la aplicación de insecticidas al suelo para evitar la penetración de larvas recién nacidas, aunque no se dispone de materias activas autorizadas para ello

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