Baja viabilidad de la picada de mosca del olivo tras las altas temperaturas

Comienza a observarse, según explican desde la Red de Alerta e Información Fitosanitaria de Andalucía (RAIF), como estado fenológico más adelantado “l1” (envero amarilleo) en la provincia de Sevilla, mientras que ya se ha alcanzado en todas las provincias el estado fenológico dominante de “H” (endurecimiento de hueso). En Jaén aparece como más atrasado “G2” (fruto cuajado), presente en todas las zonas biológicas, a excepción de la Campiña Norte y Sierra Morena. En esta campaña, por lo general, el cultivo ha experimentado un avance fenológico de varias semanas con respecto a la media histórica, lo que ha provocado un adelanto en la actividad de la mosca del olivo (Bactrocera oleae) al aparecer, antes de lo habitual, frutos receptivos. Durante el mes de junio, se alcanzaron índices elevados de capturas, picada y fertilidad de las hembras, en comparación con otras campañas. El adelanto de la actividad de este agente, también se ha visto favorecido por la meteorología favorable de la segunda quincena de mayo, con lluvias y suaves temperaturas que han ayudado a la activación de los adultos; y a un importante reservorio, fruto de la fuerte presión de la plaga de la campaña anterior; además, las condiciones ambientales durante el invierno pasado (baja pluviometría y temperaturas más cálidas de lo normal) favorecieron la supervivencia de las pupas invernantes.

Este díptero interrumpe su desarrollo con temperaturas inferiores a los 6ºC y mayores de 35ºC, siendo su rango óptimo entre 20ºC y 25ºC. En verano, el mantenimiento de las temperaturas por debajo de los 36ºC resulta fundamental para el desarrollo de las puestas de mosca y para su propia integridad.

Las altas temperaturas alcanzadas en las dos últimas semanas, los tratamientos realizados para el control de esta plaga, que se extienden ya a todas las provincias, junto al comienzo de la aparición de síntomas de estrés hídrico en frutos, bajando su receptividad, han reducido sin duda estos índices. En resumen, las capturas están en descenso y los índices de picada se mantienen, sin incrementarse.

En cuanto a las capturas de adultos, en la provincia de Jaén se mantiene un valor medio de 1.8 moscas/mosquero y día, encontrándose presentes en el 73,9% de las 153 parcelas muestreadas. Las capturas en placas cromotrópicas desciende a 1.2 adultos/trampa y día (1.7 la semana pasada).

En cuanto a los índices de picada total, señalar que el paso de sendas olas de calor en los meses de junio y julio han disminuido considerablemente la actividad de los adultos de esta plaga y, por tanto, el riesgo de picada. Los niveles son variables según la zona, y dentro de una misma zona según la parcela. La diferencia fenológica y del estado del olivar, en cuanto a la carga que presenta. el calibre de la aceituna, etc., hace que los índices sean muy distintos de una parcela a otra, incluso estando muy próximas, por lo que se recomienda muestrear y evaluar la situación de cada parcela.

En la provincia de Jaén se aprecia un descenso de 1% a 0,7% de picada total, destacando los valores más elevados en las zonas biológicas de Sierra de Segura, Campiña Norte y Sierra Morena, con 2, 1.9 y 1.6% de picada total, respectivamente.

El % de aceitunas con picada viva está en claro descenso desde hace algunas semanas en todas las provincias. Hay que matizar que, en la mayoría de los muestreos, la picada observada en los frutos es picada antigua, de junio, justo antes de la primera ola de calor.

A finales de junio se observaron los primeros orificios de salida en la provincia de Sevilla, que provienen de las primeras picadas de final de mayo principios de junio, lo que nos indica que se ha completado una generación. En estos momentos se mantiene un bajo índice de aceitunas con orificio de salida.

Conviene vigilar la evolución de la mosca, tanto de capturas como observando los frutos, teniendo muy en cuenta la variedad, temperaturas y fenología receptiva del fruto. Se recomienda prestar especial atención en aquellas zonas de sierra con microclimas suaves en verano y/o donde predomine la aceituna de mesa.

Para el control de este agente se recomienda, para aquellas zonas que habitualmente no tienen un ataque alto, el trampeo masivo de adultos, colocando trampas cebadas con atrayentes comerciales o con fosfato biamónico, con una densidad por hectárea según la información que proporcione el fabricante o el técnico correspondiente.

Las elevadas temperaturas están reduciendo la actividad de los adultos, descendiendo las capturas y la viabilidad de la puesta en las parcelas con picada viva. Se recomienda consultar con su técnico responsable.

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