Consecuencias de un invierno atípico

El mes de enero de este 2020, meteorológicamente hablando, se ha comportado como era de esperar, con lluvias y temperaturas dentro de lo habitual. Sin embargo, según recuerdan desde la Red de Alerta e Información Fitosanitaria de Andalucía (RAIF), la climatología del mes de febrero ha sido atípica, con temperaturas medias un 32% superior a la media histórica registrada en Andalucía. En todas las provincias, la temperatura media superó a la media histórica de febrero. Los valores de temperatura media oscilaron entre los 10,6 grados en Granada y los 13,6 en Sevilla.

Del mismo modo, y dentro de esta anomalía climática, la pluviometría registrada en febrero ha sido un 96% inferior a la media histórica. En todas las provincias se registró menos lluvia de lo que suele ser habitual en febrero. La mayor cantidad de lluvia se registró en Cádiz, con 2,44 litros por metro cuadrado.

El pasado mes de febrero fue mucho más seco y cálido de lo habitual, y esto ha tenido una repercusión importante en los cultivos de nuestra comunidad. Por un lado, observándose un importante adelanto fenológico, y por otro, originando la falta de humedad en el suelo, lo que provoca un menor desarrollo vegetativo de las plantas, poniendo en riesgo la supervivencia de los cultivos en régimen de secano.

En paralelo al adelanto fenológico de los cultivos, esta meteorología extemporánea ha influido en el desarrollo biológico de algunas plagas, favoreciendo la aparición temprana de éstas sobre los cultivos. Plagas como cásida en remolacha, prais en olivar o Lobesia en vid han adelantado su salida, estimuladas claramente por las temperaturas cálidas para la época. En definitiva, se ha anticipado la salida de adultos de algunas plagas que debería de estar en este momento en reposo o diapausa invernal.

Sin embargo, todo este panorama de anomalías climáticas se encauzó una vez empezaron a bajar las temperaturas y a registrarse lluvias a mediados de marzo. La adelantada fenología de la gran mayoría de los cultivos se ha visto frenada en seco, ralentizándose ésta; y las lluvias registradas en estas dos últimas semanas de marzo están favoreciendo enormemente a todos los cultivos, y en particular a los de secano (cereales invierno, remolacha, vid, frutales, olivar, etcétera…)

Además de lo anterior, estas últimas lluvias, sumadas a las que se están registrando esta semana, van a favorecer tanto la aparición de enfermedades criptogámicas como la expansión de las ya establecidas, tales como el repilo en olivar, cercospora y roya en remolacha, mildiu en vid, septoria y roya en cereales de invierno, aguado en cítricos, podredumbre gris en fresa y lepra en almendro, entre otras.

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