Incidencia de escudete durante la campaña de olivar en Andalucía

Con la presencia en el cultivo del estado fenológico “l2” (envero-manchas rojas), es cuando se aconseja, según explican desde la Red de Alerta e Información Fitosanitaria de Andalucía (RAIF) valorar la incidencia de la enfermedad del escudete, producida por el hongo Bostryosphaeria dothidea. Esta es una enfermedad habitual en el cultivo del olivo, si bien no tiene una gran relevancia en la mayoría de zonas olivareras. El escudete tiene la particularidad de afectar solo a los frutos, apareciendo una zona redondeada de color marrón y mostrándose un cierto rebaje en su superficie. A medida que la enfermedad evoluciona sobre el fruto, esta zona se pudre y puede llegar a afectar a la totalidad del fruto.

Los primeros frutos afectados se suelen observar durante los meses estivales, cuando se reúnen las condiciones ambientales idóneas para ello (escaso grado de humedad y temperaturas elevadas). Su periodo de incubación es menor a una semana. Algunas investigaciones han confirmado que en condiciones controladas se produce el crecimiento del micelio del hongo entre 5 y 40ºC, y que la temperatura óptima es de 26ºC.

Para que se produzca la entrada de las esporas de este hongo al interior del material vegetal necesita de una abertura en la superficie del tejido y así, poder invadir y desarrollarse. Por ello está la teoría que relaciona la proliferación de este hongo con la incidencia de la mosca del olivo (Bactrocera oleae), ya que aprovecha su picada para instaurarse. Otros añaden que la actividad del depredador de puestas de la mosca del olivo, Prolasioptera berlesiana, puede actuar como vector en la transmisión de este hongo sobre los frutos afectados por mosca del olivo.

Del seguimiento que se viene realizando en las diferentes provincias andaluzas durante la presente campaña, destacan Cádiz, Jaén y Granada, con un máximo valor medio provincial de 4.09% de frutos con síntomas a mediados de octubre en la primera provincia, 2.5% a primeros de septiembre en la segunda y 1.18% a finales de septiembre en la tercera.

Como medidas directas de control actualmente no existen productos fitosanitarios autorizados para esta enfermedad. Se recomiendan medidas indirectas, que favorecen la reducción de su incidencia, tales como el control de la mosca del olivo, eliminación de frutos afectados del suelo o tratamientos fungicidas contra el repilo (Fusiclauium oleagineum).

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