La lluvia, vital para el rendimiento de la aceituna

lluviaLa lluvia que se ha registrado estos días por diferentes puntos de la provincia (hasta 80 litros por metro cuadrado en algunos sitios puntuales) ha llegado en el momento justo para socorrer a nuestros olivos, asfixiados tras casi cinco meses sin caer una gota (salvo casos puntuales), principalmente en las explotaciones de secano.

 

Pese a que en la primavera se perdiera mucho grano, algo que mermará notablemente la próxima cosecha, estas precipitaciones serán de vital importancia para los kilos de aceituna que finalmente se recojan. ¿Por qué? Porque actualmente el olivar se encuentra en el proceso de lipogénesis, en el que el fruto genera el aceite. Con el agua, incrementará el calibre de la aceituna y, con él, el rendimiento.
Lo que es vital ahora es que siga lloviendo, y que llueva bien (de forma escalonada y sin riadas ni granizos) para que el fruto siga engordando y generando aceite. De las precipitaciones de septiembre y octubre dependerá la cosecha que, si bien ya no se perfila tan importante como prometía la importante floración de esta primavera, sí puede ser una buena cosecha en el caso de que siga lloviendo.

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