Los controles de calidad en el aceite de oliva, a examen

La DG-AGRI de la Comisión Europea acaba de finalizar, según recoge Olimerca, un estudio acerca del funcionamiento de los controles de conformidad en el sector del aceite de oliva en toda la Unión Europea, con el objetivo primordial de analizar cómo se realizan dichos controles y la identificación de los principales problemas del sistema actual, así como las posibles soluciones.

Las conclusiones del estudio reflejan que, en general, los Estados miembros consideran que el sistema de control de conformidad de la UE para el aceite de oliva es adecuado, lo que hace que el aceite de oliva represente uno de los productos más controlados en la cadena alimentaria. En particular, los Estados miembros de la UE consideran que los requisitos de control son adecuados, incluido el número mínimo de controles de conformidad que deben realizarse anualmente, según lo establecido en el Reglamento (CEE) no 2568/91, teniendo en cuenta las características de su mercado interior y la necesidad para controlar también otros productos alimenticios.

El aceite de oliva, susceptible de fraude

No obstante, el aceite de oliva, especialmente el virgen extra (AOVE) se considera una categoría de alimento con alto riesgo de incumplimiento y fraude, debido a su alto valor económico en comparación con otros productos alimenticios.

La importancia de este estudio, en el que Incatema Consulting &Engineering se ha encargado del mercado español, radica en investigar cómo se llevan a cabo los controles de conformidad para identificar los problemas y cuellos de botella y proponer soluciones para mejorar su eficacia y eficiencia en la detección de fraude.

El estudio identifica algunos desafíos y dificultades en la implantación del sistema de controles, a menudo derivados de las especificidades nacionales, tales como las múltiples autoridades competentes involucradas en el sistema, insuficiente financiación, falta de personal cualificado, falta de laboratorios o paneles de degustación y falta de sanciones específicas por no conformidades.

De las conclusiones del estudio también se pueden extraer una serie de ideas y propuestas destinadas a abordar los desafíos más importantes del sistema de controles de conformidad para el aceite de oliva, entre las que se incluyen algunas propuestas destinadas a mejorar la formación del personal; soluciones destinadas a mejorar el funcionamiento del análisis o test organoléptico y soluciones para la mejora del etiquetado. También se proponen recomendaciones para garantizar la trazabilidad en el sector del aceite de oliva, junto con sugerencias para introducir elementos innovadores en el sistema de control.

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