¿Cómo será el campo europeo en la próxima década?

La Comisión Europea acaba de publicar el informe “Perspectivas agrícolas de la UE 2020-30”, que recoge Agrónoma, el suplemento de agricultura del ABC, en el que recopila las previsiones de cómo será el campo en los próximos años. El documento hace un recorrido por los principales sectores tanto agrarios como ganaderos, y recuerda cómo, en 2020, el sector agrícola se ha enfrentado “a desafíos sin precedentes” debido a la crisis de la Covid-19 y sus consecuencias. Además, el informe avisa de que la pandemia tendrá efectos en los mercados agrícolas a largo plazo, pero avisa de que se espera que la renta agrícola aumente “acompañado de un crecimiento de la producción y los precios”. También plantea, por otro lado, el cultivo de insectos como método para reducir el desperdicio de alimentos, y una mitigación de las emisiones de gases de efecto invernadero “si se implementan las prácticas y tecnologías agrícolas adecuadas”, objetivo, detallan, del Pacto Verde europeo.

Aceite de oliva

En concreto, se espera que la producción de aceite de oliva “aumente” en la próxima década, con un crecimiento impulsado sobre todo por la subida de los rendimientos. «”Con las preocupaciones por la sostenibilidad y la salud”, cada vez más presentes, el consumo también debería subir, en particular en países no productores, que no son tradicionalmente consumidores. Además, “una fuerte demanda impulsada por la recuperación post Covid-19 debería hacer crecer las exportaciones”.

Vino

En cuanto al sector vitivinícola de la UE , se cree que los consumidores preferirán el vino espumoso y menos alcohólico, «lo que ralentizará la caída del consumo», pero la producción disminuirá ligeramente. No obstante, las exportaciones pueden verse favorecidas por la alta demanda de vino con indicación geográfica.

Sector hortofrutícola

En cuanto al sector de frutas y hortalizas, se prevé que baje el consumo de frutas como melocotones y nectarinas, debido a la competencia de frutas tropicales, y se espera que la producción de naranja crezca ligeramente, aumentando también el consumo de naranjas frescas frente a los zumos.

Por otro lado, la producción de tomates bajará, como resultado de la fuerte competencia internacional, y la producción de manzanas se mantendrá estable.

Leche y productos lácteos

El informe detalla que «se espera que los objetivos de sostenibilidad», cada vez más presentes en las políticas europeas, y las «cambiantes demandas de los consumidores», afecten a los mercados de la carne y a los productos lácteos de la UE durante la próxima década.

Por ello, se espera que la producción de leche «crezca moderadamente» pero menos que en la última década, a un ritmo del 0,6% anual entre 2020 y 2030. «La producción será más sostenible, con una mayor esperanza de vida de los animales y una gestión más eficiente del estiércol», asegura la Comisión Europea. Además, las tendencias de consumo podrían hacer que aumente la demanda de productos lácteos orgánicos. Por otro lado, se prevé que la Unión Europea haga hasta el 49% de las exportaciones mundiales de queso en 2030.

Carne

Respecto al mercado cárnico, se prevé que el consumo per cápita sea menor y disminuya hasta un 1,1 kg, «hasta alcanzar los 67,6 kg en 2030» y los sistemas de producción sean más eficientes.

De otro lado, se espera que la producción de carne de vacuno continúe a la baja, y que esta misma tendencia descendiente la siga también la carne de porcino. En concreto, la UE asegura que la carne de cerdo «bajará en 1 millón de toneladas (-4,6%) entre 2020 y 2030». «El impacto de la peste porcina africana en Asia en los mercados cárnicos de la UE se mitigará lentamente y, para 2030, la gran salida de carne de porcino a China bajará. Sin embargo, la UE seguirá siendo un proveedor líder de carne de porcino en el mercado mundial», asegura el informe.

En cuanto a la producción y el consumo de carne de ovino y caprino, se mantendrá estable, «mientras que las exportaciones seguirán siendo bajas, ya que Australia y Nueva Zelanda mantendrán sus posiciones dominantes».

Las aves de corral son, por otro lado, la única categoría cárnica cuya producción ha crecido durante la Covid-19, y la única que se espera que lo siga haciendo de aquí a 2020. «Los consumidores consideran que las aves de corral son un producto económico, saludable y sostenible», asegura el informe europeo, por lo que prevé que crezcan sus exportaciones y que su consumo alcance los 24,6 kg per cápita para 2030 (+1,2 kg en comparación con 2020).

Cultivos herbáceos

Según el informe elaborado por la Comisión Europea, el crecimiento de cultivos herbáceos en Europa «será limitado» durante la próxima década, y vendrá marcado por la digitalización como vía para aumentar la producción y estándares ambientales más altos. Además, apunta un dato fundamental: se espera que la superficie agrícola total disminuya en 0,5 millones de hectáreas de aquí a 2030, bajando la superficie dedicada a cultivos de todo tipo y tan solo aumentando las de pastos y forrajes.

En cuanto a los cereales, la producción se mantendrá estable, en unos 278 millones de toneladas. «Aunque la superficie disminuirá, los rendimientos aumentarán gracias a una mayor rotación de cultivos, mejores herramientas y una mejor gestión del suelo», detalla la Comisión Europea.

El consumo de cereales de la UE debería estabilizarse en 260 millones de toneladas para 2030, con un mayor uso alimentario. En cuanto al comercio, se espera que las exportaciones europeas se fortalezcan y cojan impulso en mercados importadores «como la región del Mediterráneo y el África subsahariana».

Respecto a las oleaginosas, se prevé que aumente, sobre todo, la producción de girasol y soja, aunque se espera que el consumo de aceite disminuya, sobre todo por la bajada de importaciones de aceite de palma.

En cambio, las proteaginosas de la UE crecerán de «de forma significativa». «La fuerte demanda de productos de proteína vegetal innovadores y fuentes de proteína de producción local debería resultar en un aumento del consumo del 30%», asegura el informe europeo.

Además, se prevé que la superficie azucarera de la UE se estabilice durante la próxima década. «El aumento de las exportaciones de azúcar en productos procesados ​​debería limitar la caída del consumo, mientras que los precios competitivos deberían permitir que la UE se vuelva autosuficiente y potencialmente un exportador neto de azúcar», se detalla.

Fuente: Agrónoma

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