La Comisión Europea ha presentado su propuesta de revisión de la normativa sobre utilización sostenible de fitosanitarios, que debería permitir lograr el objetivo -recogido en la estrategia «de la granja a la mesa»- de reducir en un 50% el uso y el riesgo de los pesticidas químicos y el uso de las sustancias más peligrosas de aquí al año 2030. Como había anunciado y recoge Agropopular, Bruselas ha optado por presentar una propuesta de reglamento, cuya aplicación es directamente obligatoria para los Estados miembros, en lugar de una directiva, que cada país debe trasponer a su normativa nacional y podría dar lugar a una aplicación más heterogénea de la reglamentación.
Los elementos más destacables de la propuesta de Bruselas son los siguientes:
- Habrá objetivos jurídicamente vinculantes a nivel nacional y de la UE para lograr los objetivos de reducción del uso y el riesgo de fitosanitarios químicos y de las sustancias más peligrosas. Los Estados miembros establecerán sus propios objetivos nacionales de reducción dentro de parámetros definidos para garantizar que se alcanza colectivamente el objetivo a nivel comunitario. A la hora de fijar el objetivo nacional, cada Estado miembro tendrá en cuenta los avances ya logrados y el consumo de pesticidas actual.
- Se fijan nuevas reglas estrictas sobre el control de fitosanitarios respetuosos con el medio ambiente. Las nuevas medidas garantizarán que todos los agricultores y otros usuarios profesionales de estas sustancias opten inicialmente por el Manejo Integrado de Plagas (MIP), recurriendo a métodos ambientales alternativos de prevención y control de plagas, y que los pesticidas químicos sean el último recurso. Las medidas incluyen el mantenimiento obligatorio de registros por parte de agricultores y otros usuarios profesionales. Además, los Estados miembros deben establecer normas específicas para los cultivos que identifiquen las alternativas que se utilizarán en lugar de los plaguicidas químicos.
- Prohibición de todos los pesticidas en áreas sensibles. Quedará prohibido el uso de todos los pesticidas en lugares como las zonas verdes urbanas, incluidos los parques o jardines públicos, los parques infantiles, los colegios, los terrenos de recreo o deportivos, los caminos públicos y los espacios protegidos Natura 2000, así como cualquier zona ecológicamente sensible que deba conservarse para polinizadores amenazados.
La Comisión ha señalado que se apoyará a los agricultores y otros usuarios en esta transición por medio de algunas políticas, entre ellas la PAC. A través de esta política los Estados miembros podrán compensar a los productores por los costes relacionados con la implementación de las nuevas normas sobre uso de fitosanitarios durante un período de 5 años. Por otro lado, se llevarán a cabo «acciones más enérgicas para aumentar la oferta de alternativas ecológicas y de bajo riesgo en el mercado» y se trabajará en nuevas tecnologías y técnicas, incluida la agricultura de precisión, en el marco de los programas Horizonte de la UE.