La pertinaz sequía que está padeciendo el campo andaluz está marcando claramente las siembras del cultivo del algodón en nuestra comunidad, tal y como nos recuerdan desde la Red de Alerta e Información Fitosanitaria de Andalucía (RAIF). Las primeras sementeras de este cultivo industrial se realizaron la segunda quincena de marzo, concretamente en la provincia de Sevilla. Ya entrado el mes de abril, en sus primeros días, se efectuaron las primeras siembras en Cádiz, y días después en Córdoba, no habiéndose sembrado nada aún en la provincia de Jaén. A nivel provincial, el porcentaje de superficie sembrada de algodón es aún muy bajo, aproximadamente del 30-40% en la provincia de Cádiz; del 10-15% en Sevilla, y el 5-10% en Córdoba.
La falta de lluvias ha obligado a tener que realizar, en donde se haya podido, riegos de nascencia para poder sacar adelante al cultivo, cuya dotación de riego prevista se ha visto reducida respecto a la anterior campaña; lo que va a originar, sin duda alguna, a que la superficie dedicada a algodón sea mucho menor que otros años. En este sentido, cabe puntualizar que, en algunas parcelas donde otras campañas se ha sembrado algodón, este año lo han hecho de otros cultivos con menores necesidades hídricas, como trigo o girasol; e incluso algunas han cambiado de uso a leñosos permanentes como almendro, olivar o cítricos.
La mayoría de las parcelas se encuentran aún por nacer, en el estado de semilla seca, esperando a que llueva o poder darle un riego de nascencia. Las pocas parcelas nacidas están en los primeros estadios de desarrollo, predominando el estado de cotiledones, observándose en las parcelas más adelantadas las primeras hojas verdaderas.
En los primeros momentos en el desarrollo vegetativo del cultivo, suelen aparecer algunas plagas y/o enfermedades que pueden llegar a poner en peligro la normal instalación del cultivo en el terreno si su presencia supera los umbrales de daño establecidos para cada una de ellas. Por lo tanto, se hace indispensable realizar muestreos periódicos (al menos una vez por semana) con el objetivo de cuantificar la población de cada agente fitopatógeno y, en caso necesario, actuar en consecuencia. Las plagas y/ enfermedades más frecuentes que podemos encontrar en estos momentos en las plantas más pequeñas (cotiledones-2 hojas verdaderas), pueden ser gusanos de alambra (Agriotes spp.) o rosquillas (Agriotes spp), las cuales pueden provocar una caída de plántulas al morder las raíces y los tallos por debajo de la tierra, a nivel del cuello.
En los siguientes enlaces se puede consultar el método de muestreo, umbrales de tratamiento y las posibles acciones correctoras a utilizar; teniendo en cuenta, en este último punto, que se debe anteponer el empleo de medios de control biológicos, biotecnológicos o físicos al uso de los productos químicos.